24 agosto, 2009

Chile aumenta producción de celulosa

En los últimos años la participación chilena en el mercado de la celulosa ha aumentado sustancialmente. Con sólo dos proyectos específicos, pertenecientes a las dos principales compañías celulósicas de ese país, se aumentó la capacidad productiva en más de 1.600.000 toneladas por año. El funcionamiento de estas unidades industriales es un reflejo de la dinámica que ha adquirido el sector y que, en parte, se deben al incremento en la demanda mundial de este producto. Efectivamente, entre los cinco principales productos de la canasta exportadora regional, en junio de 2009, la celulosa se encuentra en primer lugar, seguida de harina de pescado, gasolina, madera aserrada y madera contrachapada.

Estos productos representaron el 63,9% del total exportado en valor, que en conjunto mostraron una disminución de 11,0%, respecto a junio de 2008. De estas exportaciones de junio de 2009, el 28,6% corresponde a celulosa, que fue el principal producto exportado, con envíos por 119,2 millones de dólares.

Con las nuevas unidades productivas, Chile entra a competir directamente con Brasil y Uruguay, dos naciones sudamericanas que basan parte de su economía en los sectores forestal, de celulosa y papel, y que también realizan inversiones importantes para ampliar la capacidad de producción y actualizar la tecnología, con miras a reducir los costos.

Las inversiones en el sector de la celulosa continuarán en lo que resta de este año, mientras que para el 2010 se espera que la producción alcance los niveles esperados, con base en los cálculos de capacidad productiva.

Nuevas plantas

Los proyectos productivos mencionados son las plantas de Nueva Aldea, propiedad de la firma Celulosa Arauco y Constitución, y Santa Fe II, perteneciente a la Compañía Manufacturera de Papel, CMPC.

Respecto a la planta Santa Fe II, que funciona desde el 12 de diciembre de 2006, posee una capacidad productiva de 780.000 toneladas anuales de celulosa de eucalipto y en conjunto con la planta Santa Fe I, produce más de 1.156.0000 toneladas anuales.
El 80% de su producción actual de Santa Fe es exportada a los mercados de Asia, principalmente China y Japón, así como a Europa, Oceanía y Sudamérica, especialmente a Colombia, Argentina y Perú. El 20% restante es distribuido entre las plantas de papel de la compañía.

Santa Fe entró en funcionamiento a través de un esquema gradual, por medio de la cual se proyectan metas específicas de producción en tiempos determinados, generando un progreso escalonado en el volumen de celulosa producida.

Espera producir 1.278.000 toneladas anuales de celulosa en el 2009 y para el 2010 esa cifra deberá ser de 1.124.000 toneladas por año, con lo que la capacidad productiva de toda la planta quedaría en 1.500.000 toneladas anuales (sumando las 376.000 toneladas que se fabrican en la fase I.)

En Santa Fe II se produce, principalmente, celulosa blanca de fibra corta, que satisface la demanda de un segmento de mercado específico, que las plantas de Laja, Pacífico y Santa Fe I no lograban cubrir. Nueva Aldea también es la única que produce celulosa derivada del eucalipto para la compañía Arauco.

Las nuevas plantas celulósicas de Chile, además de tener un tamaño representativo, tanto en infraestructura como en producción, cuentan con tecnología de punta a través de la cual se reducen costos de producción, mano de obra e impactos ambientales. (Del Boletín Electrónico Forestal)

Fuente: Lignum

22 agosto, 2009

Sector forestal uruguayo perderá exportaciones por US$ 60 millones

Ventas al exterior de chips de madera caerán 60% este año, según un estudio elaborado para Opypa.

(Por Martín Olaverry).- La exportación de volúmenes de chips de madera caerá 60% en 2009 mientras que el descenso para la madera aserrada y contrachapados de madera disminuirá 31 y 27% respectivamente.

Un estudio elaborado para Opypa señala que la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos de América primero y la crisis financiera luego, afectaron de forma negativa el comportamiento del sector forestal, fundamentalmente a las exportaciones y en consecuencia las etapas de industrialización y extracción de madera. Excepto en madera rolliza la reducción de las exportaciones en todos los rubros ha sido muy importante.

En el caso de la madera rolliza el comportamiento es diferente debido a que casi la totalidad de los volúmenes exportados tiene como destino la Zona Franca de Fray Bentos donde se encuentra emplazada la planta de celulosa de Botnia, la que continuó produciendo pese a la reducción mundial de la demanda y la baja en los precios internacionales de la celulosa, sostiene el informe.

Se estima que la reducción de ingresos por exportaciones del sector en el año 2009 se situaría en los 60 millones de dólares, una baja del orden del 15%.

Como consecuencia del impacto de la crisis económica internacional sobre el sector, han disminuido los niveles de empleo en las actividades de cosecha, industrialización y comercialización de productos forestales.

Se indica que los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas de abril de 2009 muestran las variaciones porcentuales acumuladas en el período abril 2008-abril 2009 de los índices de volumen físico, horas trabajadas y personal ocupado en las distintas divisiones de la industria manufacturera. Para la rama de la Madera y productos de madera (una de las cinco divisiones más afectadas por la crisis mundial) se constatan variaciones negativas en los tres índices con valores de 23,5, 16,2 y 14,1% para volumen físico, horas trabajadas y personal ocupado respectivamente.

Fuente: Click Forestal

Biocombustible con celulosa, más ecológico que la gasolina u otros agrocombustibles



Cualquier elemento vegetal (biomasa) podría servir para fabricar etanol de celulosa, incluidos desechos como astillas, serrín, o plantas cultivadas en tierras marginales o sin usos alimentarios.

Conocida como base del papel y de los tejidos de fibras naturales, la celulosa podría tener ahora una aplicación bien distinta: la fabricación de etanol como biocombustible. Sus ventajas medioambientales y económicas son diversas, según sus defensores, y personalidades como Al Gore o Bill Gates no han dudado en posicionarse a su favor. Varias empresas trabajan para mejorar su proceso de fabricación, aunque todavía necesita un mayor desarrollo para que llegue a los consumidores.

Cualquier elemento vegetal (biomasa) podría servir para fabricar etanol de celulosa, incluidos desechos como astillas, serrín, o plantas cultivadas en tierras marginales o sin usos alimentarios. De esta manera, se evitaría uno de los principales inconvenientes de los biocombustibles de primera generación, como el etanol de maíz, cuestionado incluso en Estados Unidos (EE.UU.), primer exportador del mundo de este cereal.

Diversos estudios recientes muestran además su menor impacto ambiental en comparación con otros combustibles. Un estudio publicado en la revista Science concluye que el etanol de celulosa emite cantidades más pequeñas de partículas contaminantes finas que los combustibles fósiles y que el etanol a base de maíz. Los responsables de la investigación, un equipo de la Universidad de Minnesota, detallan que los costes ambientales y sanitarios del etanol celulósico son menos de la mitad que los de la gasolina.

En otro articulo también de Science, investigadores de la Universidad de Michigan afirman que el combustible de etanol tiene un 88% menos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que la gasolina convencional. Según el responsable del trabajo, el ingeniero químico Bruce Dale, este tipo de etanol podría cubrir las necesidades de combustible de EE.UU. sin afectar al precio de los alimentos, ya que podría basarse en productos de tierras marginales.

De manera similar se presenta un estudio sobre el futuro de la biomasa en el sistema energético de EE.UU. publicado en la revista “Biofuels, Bioproducts and Biorefining”. Sus responsables señalan que el etanol de celulosa ofrece un coste parecido, si no más bajo, y unas emisiones de gases de efecto invernadero mucho menores que los combustibles derivados del petróleo.

La producción de etanol de celulosa podría ser también beneficiosa para las aves y los insectos en el medio oeste de EE.UU., según Bruce Robertson, otro investigador de la Universidad de Michigan. El Panicum virgatum, un tipo de hierba forrajera natural de las praderas estadounidenses, podría utilizarse para fabricar etanol de celulosa. De esta forma, según Robertson, se evitaría el uso del maíz y las aves e insectos de la zona tendrían un mejor hábitat.

Iniciativas más destacadas

Diversas empresas estadounidenses trabajan para mejorar el proceso de fabricación del etanol a partir de celulosa. La compañía Qteros ha anunciado una tecnología, denominada Q Microbe, capaz de transformar una gran variedad de materiales de plantas no alimenticias en etanol de celulosa sin modificación genética.

Sus responsables aseguran que este proceso supera al del resto de las empresas competidoras, lo que supone un paso esencial hacia la viabilidad económica del etanol celulósico.

Los impulsores de la empresa ZeaChem afirman también haber logrado grandes avances en un etanol de celulosa “de nueva generación”. El combustible se basaría en cultivos leñosos de crecimiento rápido, como álamos. Según sus responsables, se podría lograr un rendimiento de unos 3.000 litros de etanol por hectárea, muy superior a los 680 litros por hectárea del etanol a partir de maíz. Por el momento, la empresa construye una planta piloto para probar este sistema.

La compañía Mascoma ha informado de un sistema que reduce los pasos del proceso de fabricación de este etanol. Esta tecnología, basada en la ingeniería genética, utiliza una bacteria que crece a altas temperaturas y levaduras que reducen la necesidad de uno de los componentes del proceso, la celulasa. Sus impulsores, que cuentan con el apoyo de General Motors, han dado a conocer una instalación de prueba que les permitirá producir en 2010 cantidades importantes de etanol.

Algunas universidades también trabajan en esta línea de investigación. Científicos de la Universidad de Florida han descubierto una bacteria en un árbol ornamental común en EE.UU. (Liquidambar styraciflua o árbol del ámbar) que rompe de forma muy eficaz la estructura molecular de las plantas. Por ello, estos expertos creen que podría facilitar el proceso de producción del etanol. La idea consistiría en transferir los genes de esta bacteria, denominada JDR-2, a los de la bacteria utilizada en la fabricación del etanol.

Fuente: Click Forestal

En la Universidad de Wisconsin-Madison, dos científicos han desarrollado una mezcla especial de disolventes y aditivos con una extraordinaria capacidad para disolver la celulosa. El investigador principal, Ron Raines, afirma que es un sistema sencillo y económico y no es peligroso ni tóxico.

En Brasil, los responsables del programa Bioen, perteneciente al centro de investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP), trabajan para mejorar la eficiencia del proceso de transformación de la caña de azúcar en etanol y evitar los inconvenientes ecológicos de otros agrocombustibles.

Dificultades del biocombustible de celulosa

El etanol celulósico tiene que superar ciertos desafíos económicos y tecnológicos para su comercialización a gran escala. Su proceso de obtención implica un gran esfuerzo para producir moléculas de azúcar simple. También requiere el calentamiento de la biomasa o el tratamiento con ácidos, lo que aumenta los costes y su huella de carbono durante el proceso de producción.

Por ello, a pesar de contar con investigaciones desde hace medio siglo y con el apoyo de multinacionales como Dow Chemical, Monsanto o Exxon, o del Gobierno de EE.UU., todavía no se ha podido desarrollar una planta de producción comercial.

Algunos expertos señalan también la dificultad para conocer el avance real de estos sistemas. Los desarrollos tecnológicos, afirman, se producen en empresas privadas que no quieren enseñar todas sus cartas a la competencia.

Fuente: Click Forestal

Costo de la fibra de madera en 2009

Internacional. Durante el primer trimestre de este año el precio de la fibra de madera fue el mayor componente del costo de fabricación de celulosa. En este lapso el valor fue del 53%.

De acuerdo al estudio de la información de Fisher Internacional, Japón, China y Finlandia fueron los países con mayores precios de la madera (como un porcentaje del costo total de producción). Dicho estudio se realizó con 640 fabricantes de pasta de papel en el mundo.

Utilizando el índice de viabilidad que indica la probabilidad de cerrar una planta, éstas fueron clasificadas con relación a su competitividad. Adicionalmente el análisis reportó que incluso en países con bajo riesgo, las plantas se encontraban en la categoría de alto riesgo.

Los costos de las fibras de madera para la pasta de papel, en promedio, se redujo cerca de un 15% en todo el mundo. Por su parte, el índice general de la madera de coníferas es de US$ 90,00 / t a.s. de US$ 94,92 / t a.s. para la madera de plantas diferentes a las coníferas en el segundo trimestre de 2009.

Fuente: Mari Papel

Se consolida el retorno a las cosechas de bosques en Uruguay



Luego de casi un año de estar paradas, las empresas dedicadas a las cosechas de montes han reiniciado sus actividades, poco a poco se van concretando las talas de montes negociados antes de la crisis y las empresas han comenzado a dinamizar sus acciones en procura de nuevos bosques.

De este modo se ha comenzado a revertir la mala situación del sector forestal que fue de los más afectados por la crisis. Por otra parte, las buenas señales que llegan desde Japón, potencian la reactivación.

Fuente: La República